Este espacio poético es como una cajita donde guardo algunas joyas propias y ajenas.

jueves, 14 de noviembre de 2019

Apuntes para el recuerdo de Ilse Starkenburg, in memoriam

Apuntes para el recuerdo de Ilse Starkenburg, in memoriam

Erótico

un día de agosto en Groninga
que duraría eternamente, duraría eternamente
echados desnudos los tres sobre un tejado
escondidos entre casas circundantes, parecíamos
de verdad cadáveres, pero nadie nos podía ver
nadie podía interponerse entre nosotros y
todavía no existía ningún poema

un soplo de aire, bajo chirriante grava
un dedo del pie y alguien de nosotros giró
haría más frío
nos haríamos más viejos
un día nuestra amistad
tuvo que quedarse atrás sobre un tejado.

                       De La muchacha tras el cristal
                       Traducción de Antonio Cruz














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Ayer recibí la noticia del fallecimiento repentino de la poeta neerlandesa Ilse Starkengburg. El mensaje me llegó cuando estábamos juntos los tres creadores que hace apenas unas semanas bailamos y leímos sus poemas con los de su amigo Menno Wigman, fallecido en 2018. Me quedé helada, como los paisajes que construimos a partir de sus textos. Durante unas horas no me lo podía creer, pero el intercambio de mensajes con Antonio Cruz, su traductor y la persona que me había hecho conocer su obra, hicieron que empezara a llorar como forma de aceptación de la maldita realidad. ¿Cómo podía ser?

Ilse Starkenburg era poeta y narradora, nació en 1963 en Dierren (Países Bajos). Cursó estudios de Filología neerlandesa y Filosofía en la Universidad de Groninga. Publicó cinco libros de poesía y uno de relatos. Con pocos meses de distancia me llegaron textos de Menno Wigman y de ella. Por casualidad empezamos a entrenar paisajes improvisados junto a Aarón Comino. Abríamos una página de su poemario La Muchacha tras el cristal y descubríamos que sus imágenes nos conducían a espacios corporales diversos, auténticos y muy válidos para improvisar. Sus imágenes oníricas, surrealistas y bellas, a veces entrecortadas, perturbaban el ritmo o nos hacían saltar de un lado a otro. Su poesía era diferente a la de Wigman, pero ambos nos trasladaban a un ambiente nórdico y gélido, algo que buscábamos para crear de manera improvisada.

Desde los primeros intercambios que tuve con Starkenburg, me pareció una mujer muy libre y generosa. Se emocionaba mucho al recibir los vídeos con sus palabras e imágenes trasladadas a la danza. Compartía todo lo que hacíamos. Paseé su libro por la playa de Barcelona o junto a la belleza de mis amigos. Decía que sus libros vivían mejor que ella. Ilse estaba aprendiendo español. Nos comentó que tenía la intención de venir a vernos actuar y que si no pudo hacerlo antes era por cuestiones familiares. Nos hacía mucha ilusión conocerla personalmente, incluso fantaseamos con aprender a leer los poemas en neerlandés para darle una sorpresa cuando viniera a nuestra ciudad o viajar a la suya en un futuro para trabajar in situ.

En marzo de 2020 celebraremos el Dia Internacional de la Poesía volviendo a llevar sus textos a la danza junto a los de su amigo Menno Wigman.

Apenas he podido dormir. Maldito frío interior.

Querida amiga: que la tierra te sea leve.


















Aarón Comino, Romain Chat y Beatriz Pérez interpretando los poemas de Starkenburg en el Centre Cívic Can de Deu de Barelona el pasado 19 de octubre.






Poema inédito: Desbrozar

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